Primeramente no necesitamos gastar un
dineral en clases de Estimulación temprana que son actividades que podemos
hacer nostras mismas y en la comodidad de nuestras casas. Es cuestión de darnos
un tiempito para prepararnos y poner en práctica los juegos, las actividades,
canciones, caricias, masajitos y todo para estimular sus sentidos!
La estimulación temprana primero se
daba solo a niños que nacieron con algún tipo de problema físico o alteración
en su desarrollo, sea por causa de alguna enfermedad o lesión, desde un enfoque
terapéutico. Después hubo un boom en el que se abrieron centros de estimulación
temprana gracias a la difusión de las ventajas que tiene el enriquecer las
habilidades del niño desde temprana edad (porque siendo pequeños es cuando
tienen las mayores conexiones neuronales, bien dicen que son unas “esponjitas”).
Y hoy en día se da tanto desde un enfoque terapéutico como de apoyo. Cabe
aclarar, que no todo está perdido si ya dejaste pasar uno, dos o tres años, no
importa! El cerebro sigue haciendo conexiones neuronales si lo estimulas lo suficiente,
a lo mejor se batalla más, pero no es imposible. Así que nada de que después de los 6, ya el
niño aprendió lo que podía aprender. No los limites.
Cuando mi primer hijo estaba pequeño
la estimulación temprana estaba en pleno apogeo, pero las sesiones eran caras y
aunque lo platiqué con mi esposo, decidimos no meterlo, lo vimos como un gasto
no necesario, quien diría que con el tiempo nos daríamos cuenta el provecho que
les hubiéramos sacado! Perdimos tiempo, perdimos conexiones neuronales,
perdimos avances o al menos los atrasamos por una mala decisión…En fin, ahora sé
que la ET es una inversión en la salud y bienestar de tu hij@ y no un “gasto”.
Ahora bien, si no tenemos los recursos,
no todo está perdido, después de investigar un poco, encontré un manual para
dar estimulación temprana en casa. Es muy práctico y explícito y abarca desde
el nacimiento hasta los 5 años de edad. Lo único que tienes que invertir es
tiempo, pero creo que tu hij@ lo vale, le estas dando las herramientas
necesarias que lo ayudarán a desarrollar todo
su potencial. Aparte de esto, puedes detectar posibles retrasos en el
desarrollo oportunamente para poder actuar de inmediato.
Por otro lado, si de antemano sabemos
que hay un problema médico en el que sea necesario dar estimulación temprana
desde un enfoque terapéutico (bebe prematuro, lesión cerebral, síndrome de
Down, entre otros), ahí si te recomiendo ir con profesionales, ya que ellos valorarán
el atraso en cualquiera de las áreas (Motricidad gruesa, cognitiva, sensorial, lenguaje,
motricidad fina, social y de conducta e Independencia) y deberán realizar un
programa personalizado para mejorar las áreas de oportunidad detectadas. Sin
embargo, siempre podemos apoyar las terapias formales con el “juego” en casa, así
veras mejores resultados y fortalecerás el vinculo afectivo padres-niño al
trabajar con ellos de manera continua y amorosa.
Siempre hay cosas que podemos hacer con
ellos para estimularlo, desde cantarles, acariciarlos, siempre mirarlos a los
ojos (la mirada es un alimento psicológico que nutre la mente del bebé) y
tocarlos mucho, de bebitos es preferible no traerlos con guantes o calcetines
porque estarías interfiriendo con la entrada sensorial táctil. A cualquier
edad, dejar que experimenten, que toquen, que suban, que bajen, que hagan y
deshagan, que se ensucien, que salgan al patio o a los parques, que exploren,
todo es aprendizaje. Obviamente siempre al pendiente de ellos para que no se
lastimen, pero de ahí en fuera dejarlos hacer literalmente lo que quieran. La
diferencia entre el juego en casa y la estimulación temprana es que ésta última
es un proceso ordenado y repetitivo y en el juego puede ser el caos total siempre
que sea divertido, pero ambas prácticas son necesarias y enriquecedoras!
Otro aspecto clave es el tiempo en
el suelo, desde bebitos, siempre mantener el piso limpio y dejarlos estar sobre
su pancita, no hay que apresurar etapas, no es lo mismo estimular que forzar,
ellos estarán listos para levantar su cabecita, arrastrarse, sentarse, gatear, ponerse
de pie y caminar cuando sus habilidades adquiridas lo permitan. Estando en el
suelo ellos intentan, se fortalecen, y logran fases en su desarrollo, olvídense
de las andaderas que crean un falso balance y retrasa el dominio del equilibrio
y de las sillitas tipo bimbo que inmovilizan al bebé, -recuerden- bebé/niño inmóvil,
es un bebé/niño que no está aprendiendo nada.
Tengo una teoría, los papas
primerizos somos “sobreprotectores” y como vivimos con el miedo de que nuestro bebé
se vaya a lastimar, no lo dejamos hacer muchas cosas, con esto solo los estamos
limitando. Cuando tenemos un segundo o tercero, como que nos relajamos y los
dejamos hacer y deshacer, ellos desarrollan más seguridad y audacia. Tu qué
opinas? Yo, soy la menor de tres.
Link para descargar el Manual de Estimulacion temprana para padres
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