Ayer
mientras esperaba a la salida de las clases de Braulio, una señora que veía a
mi hijo menor como andaba descalzo por todo el patio y subiéndose a todo lo que podía,
finalmente me preguntó que si había olvidado otra vez sus zapatos, -me dijo que ya lo había visto así algunas veces-, a mi me dio risa y un poco de pena porque pudo
haber pensado que era una mamá algo descuidada, pero la verdad si traigo siempre sus
huarachitos en la pañalera, por si los necesita.
El caso es que le contesté que era
muy recomendable que los niños sintieran
todas esas texturas del medio, tanto con las manos como con los pies, al final
de cuentas son estímulos sensoriales. En ese patio había madera, concreto,
pasto artificial y arena, y Julián anduvo por todos lados. Le seguí diciendo, -por ejemplo- ahorita en la terapia que está tomando su hijo y mi hijo, les dan Integración
Sensorial, en algún momento los hacen sentir texturas y que agarren espuma,
granos, gelatina, como entrada sensorial para que les sirva en el procesamiento
de las cosas, el entendimiento, el aprendizaje. Bueno –continué- es exactamente
lo que está haciendo mi bebé al andar descalzo por ahí.
Me escucho muy atenta y finalemente me dijo: Yo
creo que a mi hijo le falto eso y le contesté: yo creo que a mi niño mayor también,
pero nunca es tarde para aprender, conclui.
Pues ahorita me puse a buscar el artículo
donde había leído al respecto y aquí les dejo un extracto: “Encontramos que el movimiento físico
y el estimulo sensorial del bebé a través de los pies descalzos es factor de
aceleración de maduración, del desarrollo propioceptivo y del desarrollo
intelectual del niño”. Así comienza el estudio, titulado “Podología preventiva:
niños descalzos igual a niños más inteligentes“, elaborado por Isabel Gentil
García, Profesora de la Escuela Universitaria de Enfermería, Fisioterapia y
Podología de la Universidad Complutense de Madrid.
En algún momento leí ese articulo y
es por eso ahora dejo que mi pequeño Julián ande por todos lados con sus pies descalzos
y cochinos… El poner zapatitos de gateo y pre-andantes es pura mercadotecnia,
en realidad los priva de información táctil y la percepción de la posición y
movimiento de los pies en relación con el espacio, que juegan un papel
importante en la maduracion del sistema nervioso central, en la facultad de aprender y en la interacciíón con su entorno.
Según
Piaget, en la etapa sensomotriz (desde el nacimiento a los dos años), son
importantes la manipulación, el movimiento y aprender a organizar de forma
hábil la información sensorial. Se adquiere la primera noción del yo, del
espacio, del tiempo y la idea de causalidad. Los pies son un receptor para
recabar muchísima información. No les quitemos esa oportunidad de sentir, de
descubrir, de explorar, de aprender.
Y
aunque pueda parecer una mamá descuidada, mi pequeño Julián seguirá
haciendo de las suyas, con sus pies descalzos.
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