sábado, 30 de abril de 2016

Lo esencial es invisible para los ojos

           



               Hoy estuve viendo en el parque donde celebraban el día del niño, como los pequeños hacían grupitos para jugar, riendo, platicando, compartían, peleaban…todo normal…luego observaba a mi niño con sus ansias de subirse a un inflable acuático, pero habiendo demasiados niños, no se animaba, solo se quedó a un lado, feliz de ver a los otros jugar y que lo mojaran cada vez que caían… él estaba contento, los demás no se percataban de nada solo jugaban, y yo solo observaba… intenté ayudarlo para que se subiera, pero me decía que no… aunque se le veía en sus grandes ojos el deseo que tenía por subirse…pero habían muchos niños y eso lo detuvo… En un momento se me acercó, hizo pucheros y empezó a llorar…se me partió el alma… nadie le hizo nada, nadie le dijo nada… No supe que pasó, no supe que sintió…lo calmé con unas palomitas de maíz y volvió a ponerse al lado del juego…

                Mientras los demás niños jugaban en los inflables, mi niño encontró un gran charco que se hizo al lado del agua que se tiraba…y eso fue suficiente para él, estaba muy contento mojándose los pies y brincando… yo deseando que jugara con los demás, pero el estaba feliz… una vez más yo pensaba y pensaba y el reía… No necesitaba más… solo un charco de agua… recordé el día que lo llevamos a un Parque acuático con muchos juegos divertidos y muchas opciones para jugar y él se la paso en un charquito al lado de un juego la mayor parte del tiempo…en ese entonces nos preguntamos si había valido la pena el gasto de la entrada y el viaje…

                 En las navidades me preguntan que pueden regalarle…a veces no sé ni que contestar…de repente le llama la atención algo inesperado y lo trae para todos lados, y pueden regalarle mil cosas, el juguete de moda, la película o el personaje de moda y a el simplemente no le interesa. Sucede igual en su cumpleaños…y bueno, viendo el lado positivo nunca me exigirá el juguete mas caro, o la ropa de moda…o por el momento eso no le importa. En sus cumpleaños no nos interesan los regalos, pero si la asistencia, es muy grato que cuando le hacemos fiestas, los niños vayan y se diviertan en su honor, aunque a el solo le importe el pastel y los dulces y sea feliz viendo a todos corriendo y jugando...

                A veces quisiera meterme en su mente para saber qué es lo que desea, para poder dárselo, porque no me pide mucho…el solo me pide abrazos, muchos y a cada rato…  algún juguete en la tienda muy de vez en cuando… eso sí, me pide todo lo que no puede comer pizza, dulces, galletas, etcétera y pff! Lo único que me pide y no se lo puedo dar. Es duro…tener que decirle no a lo único que pide… o dárselo con culpa porque le pueda hacer daño…  Y finalmente es un niño, quiere comer lo que todos los demás comen. Entonces bajo la guardia y lo dejo disfrutar de vez en cuando algo...es un niño...

                Por un lado él no nos exige nada y por el otro nosotros le exigimos todo.. El se le ve feliz jugando solo y nosotros queremos que se integre y juegue con los demás…él se divierte en un charco de agua y nosotros queremos llevarlo a Disneylandia…El solo quiere abrazos y nosotros queremos que nos pida juguetes o algo para comprarle…


                Hoy entendí que su infancia es inocente y el la vive de manera sencilla, no necesita tantas cosas para sentirse bien… Para él es suficiente sentirse amado, protegido y que su entorno sea amigable, sin discusiones o regaños… Así de simple. Hoy me dio otra lección.